A los 23 años y después de un exitoso mundial, Salas estaba listo para nuevos desafíos y marcar goles en otras ligas. En una operación que movilizó 55 millones de dólares, sellaron el traspaso más caro vendido desde Argentina a Europa. Así el delantero llegaba a la Lazio.
El recibimiento fue apoteósico, digno de un grande. Un diario londinense lo había comparado hasta con Maradona después de los goles de Wembley y la expectación que generaba era impensada hasta para él.
Al plantel donde llegó era muy competitivo. Jugadores como Pavel Nedved, Alessandro Nesta, Juan Sebastián Verón, Diego Simeone, Fernando Couto, Flavio Conceisao y Christian Vieri, entre otros conformaban el equipo. Salas respondió de la mejor manera, en los primeros seis meses marcó 15 goles, convirtiéndose en el mejor debutante de la historia de Italia.
Logra con la Lazio, por primera vez en su historia, la Supercopa italiana frente a la Juventus, gracias al tanto de Marcelo. En 1999 ganaría la Recopa ante el Mallorca. Después vendría un momento especial para "Il Matadore". En la final de la Supercopa, frente al Manchester United, Eriksson no lo puso de titular, y en su lugar colocó a Inzaghi. Este salió lesionado al minuto 1, por lo que ingresó Salas en su reemplazo. Al minuto 35, marcó el único gol del partido que le dio a su equipo una corona que nunca había conquistado.